La vida puede ser maravillosa

Ya desde muy temprano en la ciudad se empezaba a sentir esa sensación de día importante, de día de partido de los buenos, de concentración máxima, de la unión de equipo con afición, de hacer piña, de sufrir para luego disfrutar, de partido del año. Y así fue. Cádiz engalanada de amarillo y azul desde bien temprano, recibimiento al equipo de escándalo, de categoría, de vellos de punta.

Ayer jugábamos nuestra particular semifinal de Champions. Enfrente, el Elche, prácticamente salvado, y hasta sin el prácticamente que, como anticipó su presidente, rascándose aún nuestro ascenso en su cara, no regaló nada y puso las cosas difíciles.

La experiencia de Lucas y Negredo hacen que la defensa rival esté siempre en alerta.

En el primer tiempo, entre el empuje ilicitano, los parones por pérdidas de tiempo y el juego espeso de los de Sergio González no se inauguró el marcador. Ya Ledesma hizo un par de paradas importantes, con una defensa amarilla que solventaba sin demasiados problemas las llegadas del Elche.

Buen Álex hoy así como gran José Mari, que cuando más falta hacía se puso el brazalete de capitán y dirigió al equipo de manera espectacular. Lo de Alejo e Idrissi es digno de mención. Podrán contar con más o menos fortuna, y tendrán sus limitaciones, pero lo intentan como el que más, y hacen que el estadio se conecte y vibre. Gea de ambos extremos amarillos.

La experiencia de Lucas y Negredo hacen que la defensa rival esté siempre en alerta. Buena señal. Señal que llegó con la expulsión de Ezequiel Ponce, gracias al que llegó Lucas en enero y el resurgimiento del equipo de Sergio en el último cuarto del partido.

Esto no se termina aquí y el jueves tenemos otra cita en Anoeta ante la Real.

En la recta final del partido llegaron los goles de Negredo, Sobrino y Lozano, que hizo menos mala la goleada del Granada en Mallorca y que volvía a dejar a los amarillos fuera del descenso a falta de tres jornadas que serán de auténtico infarto.

Al final jolgorio, alegría, felicidad, cánticos, aplausos y algún que otro llanto como el de Ledesma. El final de fiesta, el fuera los nervios y una afición entregada a los suyos disfrutando de un 3-0.

Esto no se termina aquí y el jueves tenemos otra cita en Anoeta ante la Real. A priori difícil sacar algo, pero yo en este equipo confío y aunque sufriendo nos vamos a quedar en primera señor@s.

La fiesta de hoy será más fiesta dentro de tres jornadas porque el corazón me dice que ¡¡¡sí se puede!!!

!!!Vivan los cadistas ,vivan sus cojones!!!!

Seguimos abonados al sufrimiento.