El farol de Vizcaíno en la negociación por la compra del estadio

Desde hace varios meses el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, ha estado lanzando mensajes sobre la necesidad de que el club cuente con un estadio en propiedad. El objetivo último de esta adquisición no sería otro que el de consolidar el proyecto económico del club desligándolo, en lo posible, de los ingresos de la actividad deportiva que está sujetos a ciclos muy buscos.

Las alternativa más viable pasaría por la adquisición del Nuevo Mirandilla, cuyos dependencias deportivas son actualmente propiedad del Ayuntamiento de Cádiz y son explotadas por la entidad cadista a cambio de una reta simbólica. Según varias informaciones, estas negociaciones estarían muy avanzadas, y tan solo restaría fijar un precio aceptado por ambas partes.

Otra alternativa, muy aireda por la directiva del club, sería la construcción de un nuevo estadio en alguna zona próxima a la capital. El proyecto supondría un coste inasumible por las arcas de un equipo no consolidado en la máxima categoría, por lo que parecería más una quimera que un proyecto viable.

En el ámbito del plan LaLiga Impulso, la entidad cadista ha adquirido, a través de un fondo de inversión creado a tal efecto, los terrenos de la antigua planta Delphi. Aunque la adquisición se ha querido presentar como un espacio para el desarrollo de una ciudad deportiva, tejido empresarial tecnológico, centro de eventos, universidad del deporte y una ciudad digital, y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Puerto Real, no son pocos los que alertan de que será utilizada como medida de presión en la negociación por el precio del Nuevo Mirandilla, cuyo valor deberá ser fijado por el interventor del Ayuntamiento.