Perfil bajo en Mestalla tras una semana de protestas por el caso Diakhaby

El conjunto che recibía ayer a la Real Sociedad, en una de las visitas más exigentes para los locales en lo que resta de temporada, y consiguió un empate importantísimo tras remontar, en el tramo final del encuentro, un 0-2 adverso que los txuri-urdines habían conseguido en el primer periodo.

La semana de preparación del choque estuvo marcada por varios comunicados sobre los supuestos insultos racistas denunciados por el jugador francés del Valencia, así como alusiones en las ruedas de prensa de los jugadores y el técnico. Aún así, el domingo el club decidió no tener gesto alguno de apoyo a su jugador, que disputó íntegros los 90 minutos del encuentro, en la previa o durante la celebración del mismo.

En estos casos suele ser habitual que los compañeros porten algún mensaje alusivo en las camisetas que lucen para la foto oficial, e incluso que exhiban una pancarta para demostrar su apoyo a un compañero que, como afirman creer firmemente en el club taronges, ha sido objeto de algún atropello.

Parece que las conclusiones de los dos informes encargados por LaLiga para esclarecer los hechos, que indicaban que el jugador cadista, Juan Cala, no había proferido los insultos racistas de los que se le acusaban, han rebajado las ansias reivindicativas de los valencianistas. Sin embargo, según fuentes del propio club, confían en que la resolución del expediente abierto por el Comité de Competición acabe por darles la razón.