Balaídos, un estadio en tránsito

LaLiga Santander Jornada 13 / Temporada 2020-2021

El estadio de Balaídos se inauguró el 30 de diciembre de 1928 con el encuentro entre el conjunto gallego y el Real Unión de Irún. Su aforo inicial era de tan solo 9.500 localidades. En 1977, con el club en Primera, se añadiría una nueva grada que aumentaría su aforo hasta 40.000, que se redujo hasta las 33.000 para cumplir con la normativa europea que marcaba que todos los espectadores debían tener asiento. Actualmente caben 29.000 almas en su interior.

Denominado en sus inicios Stadium Balaídos, el conjunto gallego se vio obligado a trasladarse desde el viejo Campo de Coia por el aumento de sus seguidores y las obras del tranvía que obligaron a demoler parte del que hasta entonces había sido la casa del Celta. Debe su nombre al barrio en el que se levanta, que a su vez es una alteración de abelaídos (avellanos), por la abundancia de estos árboles en la zona.

Desde 2018 el estadio se conoce como Abanca-Balaídos por un acuerdo comercial entre el Celta y el banco con sede en Betanzos. El contrato, firmado en junio de 20118, se extenderá a lo largo de 10 años por una cantidad que el club gallego no ha querido desvelar. El club vigués es pues uno de los pocos en España que han conseguido un patrocinio a cambio de renombrar su estadio.

Fuera de lo estrictamente futbolístico, el estadio ha sido el escenario de partidos de hockey patines, pruebas de atletismo, concursos hípicos y conciertos como el de Madonna, durante el cual la reina del pop vistió la camiseta celeste del equipo, The Rolling Stones o Dire Straits.

Desde el año 2015 está sometido a una importante remodelación para acondicionarlo a los estándares del siglo XIX en materia de instalaciones deportivas, con nuevos espacios comerciales, accesibilidad mejorada y un mayor confort en la grada. El cambio más llamativo será un anillo de cubierta que planeará sobre toda la grada con formas onduladas y se prolongará hacia el exterior cambiando por completo la fisonomía del edificio. La obra alcanza igualmente al área circundante, que se dotará de zonas verdes y espacios para peatones.

Una remodelación no exenta de polémica por el incumplimiento de los plazos, el sobrecoste disparado, la incomodidad de algunas localidades y las filtraciones por lluvia que se están detectando en algunas zonas ya completadas. El club vigués teme que la obra, cuya conclusión estaba proyectada para 2017, no se complete para el centenario del 2023.