La última visita de la Real Sociedad al Carranza

Aquel sábado 5 de junio el Cádiz CF, con Víctor Espárrago en el banquillo, recibía a la Real jungándose la categoría, con tan solo dos puntos por encima de los puestos de descenso, después de haberse impuesto al Nàstic en el Nou Estadi. Tal vez esa victoria dio una falsa sensación de solvencia que, frente a un grada plagada de aficionados donostiarras, el equipo pagó cara con una clara derrota ante un equipo que rozaba el ascenso con la punta de los dedos.

La lata la abrió Carlos Bueno, que esa tarde hizo hat trick, aprovechando un pase medido de un jovencísimo Griezmann. En la segunda parte, con el conjunto local volcado en busca de la tan necesaria remontada, a la Real le bastaron cinco minutos para poner el 0 - 3 en el marcador. Un gol del nigeriano Ogbeche en el minuto 83 configuró el definitivo 1 - 3.

La derrota frente a los txuri-urdines metió presión en la siguiente salida de los cadistas a El Alcoraz, donde visitaban a un Huesca que se encontraba igualmente en el filo de la navaja, y donde tampoco rascaron nada. Eso llevó al equipo a una última jornada agónica en la que solo una carambola podía salvarlos. Al final no pudo ser y un dimitido Antonio Muñoz dejaba caer al equipo gaditano al abismo de Segunda B.

El domingo el Cádiz llega en una situación bien distinta al encuentro. Está muy lejos el final de la temporada, y la urgencia por conseguir puntos no atenaza a una plantilla que parece haber aterrizado con buen pie en la categoría. Cuatro victorias y dos empates en nueve encuentros es más de lo que la mayoría de aficionados podían soñar, lo que, junto con la circunstancia de los encuentros aplazados por la pandemia, sitúan al equipo en la sexta plaza de la clasificación y con ocho puntos por encima de los puestos de descenso.