El Cádiz retrasa las obligadas salidas

El comienzo de la competición liguera está cada vez más cerca, y el tamaño de la plantilla del Cádiz sigue siendo excesivo para poder trabajar en la consecución del objetivo de la permanencia. A pesar de que el mercado de fichajes lleva abierto casi un mes, los movimientos en la plantilla del club cadista han sido pocos para la revolución que se esperaría tras un ascenso de categoría. Un mes más le queda a la dirección deportiva, con Óscar Arias al frente, para conformar la plantilla que Cervera demanda para la próxima temporada.

Muchos han sido los rumores y contrarumores, pero pocos los nombres confirmados para entrar en la plantilla. Tampoco el movimiento de salida ha sido todo lo activo que cabría esperar en una plantilla que cuenta con más de 40 miembros. Entre tanto, el técnico parece haber descartado ya una decena de nombres que no aparecen en la convocatoria de los próximos partidos amistosos, el primero de ellos esta misma tarde.

Dejando a un lado las lesiones de Luismi Quezada y Jon Ander Garrido, y algún otro caso como el de Kike Carrasco que finalmente recalará en el filial a la espera de alguna oportunidad con el primer equipo, esa lista de descartes incluyen jugadores que no han tenido sintonía con el técnico, otros que no parecen capacitados para rendir en Primera, y alguno que podría encontrar encaje en el conjunto amarillo, dependiendo de cómo evolucione el mercado.

La crisis económica derivada de la pandemía por la Covid-19 ha enfriado mucho el mercado, y los movimientos se producen con cuentagotas buscando cesiones más que costosos traspasos. Esto, no obstante, no debe ser excusa para una dirección deportiva obligada a confeccionar una plantilla para una temporada en la que la exigencia será máxima.